Tortura y fantasmas en UNACARI

Para las niñxs que viven en UNACARI, la vida no es fácil, van de tragedia en tragedia, hasta a lo mejor encontrar una vida igual de difícil que sus padres y madres, las personas que los concibieron por mandato social, no por preguntarse sí querían ser padres o madres, sí quisieran ser padres o madres de entrada esos pequeñxs no estarían en una institución de gobierno. Primero: La vida de desprecio de sus padres y madres, gritos, golpes que los dañan emocional y físicamente. Segundo: La vida de desprecio en UNACARI con personal que no tiene el mínimo cuidado sobre lxs niñxs, es decir, el abandono del Estado que entro a suplir la falta de condiciones de vida familiar que tenían. Tercero: El desprecio de los posibles adoptantxs, pues en el sueño idealizado de ser mamá o papá, se buscan adoptar bebés y no niños que pasen de los 3 años. Cuarto: Como novedad la venta de los niñxs, aunque es una novedad muy vieja, se tiene documentada venta de bebes en Sonora desde los 70. Quinto: Los fantasmas que rondan por fuera de la Institución UNACARI, sí como lo lees, se reportan que lxs niñxs de bronce que están como adornos en la entrada de la Institución en las noches cobran vida, muchos viajeros reportan ( como leyenda urbana) a unos niñxs dando vueltas agarrados de la mano como si jugaran a la víbora de la mar, a la víbora de la mar o a la rueda de San Miguel, digo no serian problema sí fueran niñxs reales pero son de bronce, sin duda los pequeños en UNACARI ya los deben a ver visto eso es terror. De esxs niñxs de bronce se reportan que cobran vida desde los 80 en Hermosillo desde que estuvieron en el DIF que ahora es el ISSSTESON. De ese tamaño es la refundación de esa institución, una que no cause miedo sino sueños y que mejore la vida de lxs niñxs victimizados no una sino cinco veces, por sus familiares cercanos, por el Estado y su personal, por el desprecio de los posible adoptantes sin querer, por ser considerados como mercancías y, por último, por las situaciones que no tienen explicaciones lógicas. De que les va mal les va mal.