jueves, 29 de mayo de 2014

El Miedo de Noe Delgado Molina

Tiene miedo de las niñas y niños lesbianas y gays, por decir dos de las formas en que se manifiesta la orientación sexual y de su verdadero reconocimiento en la sociedad sonorense, no se asusta de Príncipe y Príncipe la obra de teatro se avergüenza de que en Sonora haya niñas y niños con otra preferencia, quiere que todos sean heterosexuales consumados para perpetuar la especie sonorense. El problema no es la obra el problema es que esas niñas que sienten gusto por otras niñas existen, que esos niños que se sienten mujer aman a sus mamás y quisieran ser como ellas. No es la obra Príncipe y Príncipe, es el miedo de reconocer que la naturaleza es diversa, pues en todas las escuelas de Hermosillo y de Sonora hay niños y niñas homosexuales y lesbianas. A esas niñas y niños con preferencia sexual hacia su mismo sexo Noé Delgado Molina quisieran abortar y desaparecer de la tierra. El miedo del Presidente de la Asociación de Padres de Familia Noé Delgado Molina, es decirle a sus hijas o hijos que respete a los niños y niñas homosexuales y lesbianas que tienen el mismo derecho de existir que sus hijas e hijos, ese es el susto de Noé, reconocer que las niñas y niños no todos son heterosexuales, le da pavor lo atormenta y junto a él muchas y muchos que se escondieron en el anonimato para denostar una obra para niñas y niños como lo es Príncipe y Príncipe. Si fuese congruente cuestionaría el Presidente de la Asociación de Padres de Familia Noé Delgado Molina la venta excesiva de cerveza en las Fiestas del Pitic y su promoción, en su tesis solo de ver las niñas y niños podrían beber en dichas fiestas, pero ahí si calla. Pega el grito en el cielo en una obra que solo enseña el amor entre personas del mismo sexo y eso se tiene que sentir personalmente, porque no es viendo cómo se puede ser homosexual y lesbiana y, sí lo es así, en el uso y abuso de drogas licitas e ilícitas. La preferencia sexual viene con el nacimiento ya se trae y se desarrolla desde la niñez independientemente de la educación que se les dé a las hijas e hijos, nadie puede cambiar una preferencia sexual nadie. Pareciera que en Sonora la mayoría de las y los sonorenses se avergüenza de las niñas y niños lesbianas y homosexuales sonorenses. Pero no se avergüenzan de sus vicios los legales y los ilegales las fiestas del Pitic lo demuestran. La doble moral que se resiste a morir…

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