sábado, 4 de enero de 2014

Miguel Aviles: LA IMPUNIDAD EN EL TRANSPORTE

LA IMPUNIDAD EN EL TRANSPORTE (O ALIBABA Y LOS 40 CAMIONES) He vendido diciendo desde hace mucho tiempo que la tarifa del transporte público que se encontraba vigente antes de este nuevo atraco llamado bus sonora era ilegal. Por ello, no solamente no debería aumentarse sino que, si los actos de las autoridades responsables se constriñeran al marco de la ley, debería volverse a la tarifa anterior. Ley número 247 que actualizaba las tarifas del servicio público del transporte en la modalidad de pasaje urbano en el Estado de Sonora y que había sido aprobada por el Congreso del Estado el 10 de Junio de 2006 decía: ARTICULO UNICO.- se actualizan las tarifas del servicio público de transporte, siempre que se cumpla con los artículos transitorios siguientes, en la modalidad de pasaje urbano, para que los concesionarios puedan cobrar cinco pesos en tarifa ordinaria y tres pesos en tarifa especial, en este último caso, la tarifa aplicará todos los días del año y durante todo el horario de prestación del servicio en ambos casos. T R A N S I T O R I O S Artículo Primero.- la presente ley entrará en vigor el día de su publicación en el boletín oficial del gobierno del estado. Para la aplicación de la tarifa a que se refiere la presente ley, la secretaría de infraestructura urbana y ecología deberá remitir previamente un informe a la mesa directiva o a la diputación permanente del congreso del estado, según sea el caso, del cumplimiento de las disposiciones contenidas en los siguientes artículos transitorios. Articulo Segundo.- previo a la entrada en vigor de las tarifas, la secretaría de infraestructura urbana y ecología realizará las acciones que resulten necesarias para garantizar un aumento en los horarios, preferentemente nocturno, de prestación del servicio público de transporte en la modalidad de pasaje urbano en el estado. Articulo Tercero.- únicamente podrán aplicar el cobro de la tarifa referida en el artículo único de esta ley, los concesionarios que acrediten ante la secretaría de infraestructura urbana y ecología: I.- haberse adherido al programa de modernización de transporte del gobierno del estado (suba) cuyas líneas de acción son: rediseño de rutas, sustitución de unidades, infraestructura, sistema de pago y control de ingresos y organización. II.- haber implementado un sistema eficiente de pago y de control de ingresos por el cobro de la tarifa. III.- haber adquirido y tener vigente un seguro de viajero y de responsabilidad civil contra daños a terceros. IV.- haber acreditado los programas de capacitación implementados por la secretaría de infraestructura urbana y ecología tanto para concesionarios como para conductores de las unidades prestadoras del servicio. V.- en el caso de los conductores de las unidades de transporte, porten durante la prestación del servicio el uniforme que los identifique como tales. VI.- que la o las unidades prestadoras del servicio cuentan con los señalamientos especiales que indiquen gráficamente el significado de los tipos de necesidades de las personas con discapacidad o debilidad visual al hacer uso de las unidades de transporte público en la modalidad de pasaje urbano para que puedan ser auxiliados por cualquier persona en los formatos o modalidades aprobados por la propia secretaría de infraestructura urbana y ecología. articulo cuarto.- para los efectos del informe referido en el artículo primero transitorio de esta ley, la secretaría de infraestructura urbana y ecología deberá remitir un documento que contenga la especificación de las unidades que cumplieron satisfactoriamente con los términos previstos por esta ley y que están en condiciones de aplicar el cobro de la tarifa actualizada así como el calendario para la sustitución de unidades prestadoras del servicio público de referencia conforme a los términos establecidos en el programa de modernización de transporte del gobierno del estado (SUBA). Las unidades que conforme a dicho informe no cumplan con los términos de esta ley seguirán cobrando la tarifa de cuatro y dos pesos en tarifa ordinaria y especial, respectivamente. Para tal efecto, la secretaría de infraestructura urbana y ecología, por conducto de la unidad administrativa competente, implementará un programa de identificación de las unidades con el objeto de que los usuarios del servicio público de transporte puedan conocer fácilmente la tarifa vigente que cada unidad prestadora del servicio está en condiciones de cobrar conforme a lo dispuesto en esta ley. De acuerdo a la información proporcionada por el Congreso del Estado en su momento a este escribano, nada de esto se cumplió y si acaso se simuló la observancia de alguna de estas exigencias, fue temporal y al tiempo volvió el desorden de siempre. Cuando de nuevo los concesionarios fidedignos o prestanombres solicitaron un aumento a la tarifa, el Congreso del Estado no reparó en estos transitorios ni mucho menos fue capaz de dictaminar un rotundo no sobre esta petición habiendo contundentes argumentos para hacerlo. Como muchos otros pendientes que tienen en este sagrado poder, aquí también fueron incapaces para sacar avante este asunto. La presidenta de la comisión de transporte en ese entonces, diputada Eloísa Flores, anduvo de aquí para allá, haciendo como que hacia pero al final fue arroyada por su propia ineptitud y este tema también fue a sumarse a la lista de los muchos fracasos que esa legislatura obtuvo.. Jugando a la papa caliente aventaron las facultades al gobernador y, mientras ambos poderes jugaban al tira y tira para detallar quien sería el que se aventará el boleto de la hipocresía política ante la gente a la ahora de definir sobre las tarifas camioneras, de repente llegó el anuncio sobre el ahora conocido programa bus Sonora el cual , en la voz de su Majestad Guillermo Padrés, seducía, como los buenos embaucadores, con la noticia de Transporte totalmente gratuito para todos los estudiantes, subsidio de dos pesos a todos los sonorenses por igual, sistema de prepago automatizado, así como un METROBUS que iniciará operaciones en septiembre de 2012. Con el tiempo, infalible verdugo de los charlatanes, los usuarios nos percatamos que tal cosa no era así tan cierta. La expedición de la tarjeta prepago, como otros programas echados a andar por este nuevo Sonora, es una calamidad administrativa, la gratuidad para los estudiantes es limitada, el subsidio en los hechos no es tal porque quien, por cualquier circunstancia, no tenga la tarjeta en sus manos al momento de subir habrá de pagar los siete pesos, y los choferes, por instrucciones precisas o por iniciativa propia, están mas impunes que nunca y con los dientes mucho mas afilados contra cualquier que no se apegue a las medidas implementadas por ese programa;las unidades, además, nunca terminaron por operaran con aire acondicionado(al menos que nos quieran cumplir ahora que llegue el invierno), la flota camionera sigue siendo insuficiente y no hay para cuando se saquen de circulación algunos bodrios que continúan en operación y por supuesto, nadie, ni concesionarios, ni autoridades, se sujetan a esos transitorios de la ley arriba mencionada. Exacto, la historia de siempre: recibir lo más sin dar nada a cambio. Lo hacen así y los han hecho toda la vida porque no hay autoridad que aplique la ley e imponga las sanciones correspondientes, pues justamente, la violación de la ley, en este y otros rubros es su inmoral forma de ejercer el poder y de satisfacer, compulsivamente, esa hambre contenida que tenían de dinero.. Decirlo así, es caer, a lo mejor, en el lugar común y es verdad, porque precisamente la impunidad es ya aquí un lugar común y no hay nadie que la pare. Ante tal escenario, la Dirección del Transporte, la Contraloría del Estado, el resto de las autoridades de este rubro encabezas por el gobernador e, incluso, la CEDH donde hay al menos dos quejas sin resolverse desde hace mas de dos años tendrían que merecer estos dos calificativos no necesariamente excluyente: a) o son negligentes o b) son cómplices. Mientras les da la gana hacerlo, tendremos que decir que , otra vez, uno de los servicios más importantes para una ciudad, pero también uno de los más lucrativos y más propensos a corromperse, con el Bus Sonora no se modernizó. Únicamente cambió de dueño.

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