jueves, 21 de noviembre de 2013

Oliver Rendon; Señora Natalia Vidales:

Oliver Rendon Hace 2 horas cerca de México, D. F. · Señora Natalia Vidales: He leído con atención el correo electrónico que usted envió para invitar a la comunidad a ver la obra “ Príncipe y Príncipe” y así poder juzgarla para saber si conviene o no que sea presentada ante alumnos de secundaria. Hay algunas cosas que me llaman la atención en su escrito, pero primero quisiera comenzar por comunicarle algunos puntos. Yo soy un joven adulto que se define como homosexual, ósea, que mi preferencia sexual es ( comúnmente) hacia las personas de mi mismo sexo, esto incluye también el que me puedo enamorar y planear un proyecto de vida, y un hogar al lado de otro hombre. Quiero contarle que esto yo lo siento desde mi niñez, no fue algo que surgió de pronto como adulto. Cuando era niño, yo sabía que me sentía de vez en cuando profundamente atraído hacia otros chicos, lo cual, cuando llegué a mi adolescencia se convirtió en un verdadero martirio emocional. Sin información, sin nadie que dijera nada al respecto ni en la escuela , ni en la casa, yo lo único que sabía es que había personas de mi edad que en algunas ocasiones me llamaban “ joto” , “maricón” o ¨puñal”. Así que ante tales amenazas decidí ocultar mis sentimientos, hundiéndome poco a poco en una maraña existencial la cual parecía no tener salida. A mis 19 años decidí decirle a mis papás lo que sentía y como era de esperarse, dos personas que pertenecen a una generación que escuchó y aprendió aun cosas peores acerca de la homosexualidad, consideraron que lo mejor era enviarme al psicólogo. Con el tiempo aprendí a sortear la vida a mi manera pero siempre escondido, hasta que finalmente en otro país ( mucho mas progresista en muchas cosas que el nuestro) aprendí que lo que tenía no era ningún problema, ni un vicio, ni una perversión, ni algo de lo cual tenía que avergonzarme, aprendí por vez primera a enamorarme sin vergüenza y a amar profundamente. Y con el tiempo pude transmitirle a toda mi familia ese mensaje, y afortunadamente toda mi familia abrió su mente, pero sobretodo su corazón. Ojalá Señora Vidales que en la época en la que yo estuve en la primaria o secundaria hubiera “ALGUIEN” hablado algo conmigo del tema, ojalá “ALGUIEN” en mi escuela les hubiera dicho a mis compañeros y a mi mismo que no tenía uno porque burlarse del ser homosexual. Me hubiera ahorrado muchas, muchas angustias, penas y malos ratos. Tengo que agradecer que a mi no me fue mal, pero como usted ya debe saberlo cada año hay cientos de casos de bullying que incluyen golpes, abusos y a veces orillan a la victima infantil o adolescente al suicidio, como lamentablemente acaba de suceder en nuestra ciudad. Está demostrado que los papás no hablan del tema en casa, por favor señora, que lo haga la escuela. Este “tema delicado” como usted le llama, tiene que avanzar. No podemos seguir tapándolo con un falso velo de “moralidad”. A veces me recuerdan a los blancos que se oponían a la integración racial en los años 60s, sin ponerse a pensar nada en la injustica que por siglos se había cometido. Cito a continuación dos frases que usted misma escribió: “…que necesidad de sacar a la luz un tema habiendo tantos otros donde se puede mostrar el amor a sus semejantes de otra manera y no inquientando a los púberes? “ Los “púberes” no se van a inquietar, van a aprender que justamente existe “ el amor a sus semejantes de otra manera” , seguro señora, alguno de ellos podrá verse reflejado y entender que lo que siente no lo hace un enfermo o un loco que tiene que huir. Seguramente a los demás les va ayudar muchísimo para crecer en una sociedad mucho mas armoniosa. “No es posible que nos vayamos relajando como sociedad y aceptando por comodidad o por temor que nos critiquen” Precisamente por el temor a ser criticados fue que por tantos años las personas han callado y escondido su homosexualidad. Yo en cambio, invitaría a la comunidad a no relajarse en temas como la corrupción, el nepotismo, el tráfico de influencias, la violencia, la sangre, la desigualdad social, y taaaaaantas cosas que pasamos por alto ( nosotros y nuestros políticos). Eso tiene hundido al país y le hará mucho mas daño a nuestra sociedad que dos personas del mismo sexo que se amen, se tomen de la mano y se besen. Agradezco su atención. Atte. Oliver Rendón

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